
La facilidad que tenemos en estos momentos para obtener información y la banalidad con la que se tratan varios trastornos mentales, nos llevan a un auto diagnóstico errado y muchas veces aterrador o poco esperanzador. Voy a escribir varias entradas en donde trataré sobre estos trastornos que últimamente se han agregado a nuestro vocabulario minimizando lo que en realidad significan. Espero que sean de su interés y no duden en compartir y comentar.
Sentir ansiedad por momentos es algo normal en la vida de cualquier individuo, sin embargo existen personas a quienes las preocupaciones y miedos les resultan intensos, excesivos y constantes. Dichas personas sufren lo que se conoce como trastornos de ansiedad. Dichos ataques interfieren con las actividades diarias, son difíciles de controlar por su poca proporción con la realidad y alcanzan a durar largo tiempo. Estos síntomas pueden presentarse en la infancia o la adolescencia y continuar hasta llegar a la edad adulta.
De acuerdo al Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-V por sus siglas en inglés) en los trastornos de ansiedad la crisis se inicia de forma brusca y alcanza su máxima expresión con rapidez (habitualmente en 10 min o menos), acompañándose a menudo de una sensación de peligro o de muerte inminente y de una urgente necesidad de escapar.
Los 13 síntomas somáticos o cognoscitivos vienen constituidos por palpitaciones, sudoración, temblores o sacudidas, sensación de falta de aliento o ahogo, sensación de atragantarse, opresión o malestar torácicos, náuseas o molestias abdominales, inestabilidad o mareo (aturdimiento), desrealización o despersonalización, miedo a perder el control o «volverse loco», miedo a morir, parestesias y escalofríos o sofocaciones.
Las crisis que presentan menos de 4 de estos síntomas, se denominan crisis sintomáticas limitadas.
Si bien el individuo puede sufrir una crisis de angustia situacional ya sea previa o inmediatamente después de la exposición a dicha situación (por ejemplo desencadenadas por estímulos ambientales como una fiesta), o crisis de angustia más o menos relacionadas con una situación determinada (por ejemplo las crisis pueden aparecer al conducir, pero a veces puede manejar y no sufrir ninguna crisis de angustia, o padecerla media hora después de haber conducido).
No podemos considerarlo un trastorno de angustia si no presenta lo que se conoce como crisis de angustia inesperada. En estas crisis el inicio no se asocia a desencadenantes ambientales, es decir, aparecen sin ningún motivo aparente.
Existen varios tipos de trastornos de ansiedad, entre ellos encontramos:
Agorafobia: Aparición de ansiedad al encontrarse en lugares o situaciones donde escapar puede resultar difícil o penoso o donde, en el caso de aparecer una crisis de angustia o síntomas similares a la angustia puede no disponerse de ayuda. Esta ansiedad suele conducir de forma típica a comportamientos permanentes de evitación de múltiples situaciones
Trastorno de angustia: Es la presencia de crisis de angustia inesperadas, seguidas de la aparición, durante un período como mínimo de 1 mes, de la persistente preocupación por la posibilidad de padecer nuevas crisis de angustia y sus posibles consecuencias, o bien por un cambio significativo de comportamiento, siempre relacionado con estas crisis
Trastorno de ansiedad por separación: Es un trastorno de la niñez que se caracteriza por una ansiedad excesiva para el nivel de desarrollo del niño y que se relaciona con la separación de los padres u otras personas que cumplen dicho rol.
Trastorno de ansiedad social (fobia social): Supone altos niveles de ansiedad, miedo o rechazo a situaciones sociales debido a sentimientos de vergüenza, inseguridad y preocupación por ser juzgado o percibido de manera negativa por otras personas. No confundir con las crisis de angustia situacional.
Trastorno de ansiedad inducido: Se presenta cuando hay ingesta o abstinencia de sustancias tóxicas que llevan a la presencia de síntomas de ansiedad o pánico intensos.
SEÑALES A CONSIDERAR.
- Cuando la preocupación por determinado tema interfiere en tu trabajo, tus relaciones y otros aspectos de tu vida.
- Si el miedo, preocupación o ansiedad te causan malestar y te resulta difícil controlarlos.
- Te sientes deprimido, y presentas problemas con el consumo de alcohol o drogas.
- Piensas que tu ansiedad podría estar vinculada a un problema de salud física
- Tienes pensamientos o conductas suicidas (de ser así, procura tratamiento inmediatamente)
Causas
Si bien no está del todo claro cuáles son las causas de estos trastornos de ansiedad, existen diversas variables biológicas, experiencias de vida y circunstancias traumáticas que los pueden provocar. Si bien estos factores predisposicionales no son la ansiedad ni condenan a padecerla, si se considera que pueden hacer al individuo más vulnerable ya que se encuentra en un estado de alerta constante que le condiciona ante determinados eventos a tener una respuesta defensiva.
Causas médicas
Existen diversas enfermedades que pueden estar interconectadas con la ansiedad, tales como:
- Enfermedades cardíacas
- Problemas de tiroides, como el hiper o hipo tiroidismo.
- Diabetes.
- Trastornos respiratorios,
- Uso o abstinencia de sustancias tóxicas o estimulantes.
- Dolor crónico.
Cuando se trata de enfermedades, pueden provocar dichos ataques ya que quien las padece puede estar pensando que no se encuentra en un lugar seguro o confiable en caso de necesitar ayuda a causa de dicha enfermedad.
Factores de riesgo y complicaciones
Los siguientes factores pueden considerarse como riesgo para padecer un trastorno de ansiedad:
- Trauma. Quien haya vivido o presenciado maltratos o algún evento traumático, tienen mayor riesgo de manifestar un trastorno de ansiedad en algún momento de sus vidas.
- Estrés por enfermedad. Vivir con un problema de salud o una enfermedad grave llega a causar gran preocupación o angustia por razones concernientes al tratamiento y el futuro.
- Estrés acumulado. Un solo evento importante (esa junta importante de trabajo) o la acumulación de situaciones estresantes (problemas financieros) pueden provocar ansiedad excesiva.
- Trastornos mentales. Existen ciertos trastornos mentales, como la depresión, que pueden ser detonantes para el trastorno de ansiedad.
- Tener familiares consanguíneos que padecen un trastorno de ansiedad. Dichos trastornos de ansiedad llegan a ser hereditarios.
- Consumo de sustancias tóxicas o energizantes. El consumo, uso indebido o la abstinencia de sustancias tóxicas o energizantes pueden causar o agravar la ansiedad.
Complicaciones
El trastorno de ansiedad no es solamente estar preocupado ya que llega a complicar otros trastornos mentales y físicos que pueda tener el individuo, tales como:
- Insomnio
- Problemas en el sistema digestivo.
- Cefaleas
- Fobia social
- Rendimiento en la escuela o trabajo
- Ideas suicidas
Prevención
Si bien no se puede prevenir el trastorno de ansiedad, se pueden tomar acciones para mitigar el impacto de los síntomas si te sientes ansioso:
- Pedir ayuda. Pedir ayuda no es signo de debilidad y entre mas tardes en hacerlo puede resultar más difícil de manejar.
- Muévete. Realiza actividades en grupo que te gusten para que disfrutes de la interacción social y así mitigues tus preocupaciones.
- Evita el consumo de sustancias tóxicas. Si el exceso de cafeína puede llegar a causar ansiedad, las sustancias tóxicas como el alcohol y las drogas la provocan con mucha más intensidad y la llegan a empeorar. Si la misma idea de dejar de consumir te produce ansiedad, busca ayuda ya sea con un psicólogo o con un grupo de ayuda para que lo consigas.
Si después de leer esto, continúas con la idea de que, en realidad, tienes un problema de ansiedad, te recuerdo que el pedir ayuda no es signo de debilidad. Eres la única persona que puede dar el primer paso para mejorar y nadie mejor que tú sabe lo que realmente quieres y necesitas.
[…] como mencioné en un post anterior, la ansiedad se manifiesta de muchas formas y es un sentimiento que todos hemos experimentado, sin […]